domingo, 7 de enero de 2018

Por Edwin Conde Villarreal Lago Menor del Titicaca se reduce y temporal de lluvia no lo recupera

Por Edwin Conde Villarreal
El lago Menor del Titicaca, el Wiñaymarka (pueblo eterno) se reseca con la reducción de su superficie y la disminución de su masa acuática, varios sectores se vuelven innavegables y el limo del lago sagrado aparece como extensos terrenos fangosos, mientras las precipitaciones pluviales que se registran con el temporal húmedo o Jallupacha aún no logran recuperarlo. Los comunarios que habitan en las poblaciones de la región lacustre ven amenazados sus cultivos y animales.

El pescador y carpintero Leonardo Esteban de la isla Suriqui donde sus habitantes son expertos artesanos y constructores de grandes embarcaciones de totora, remarcó a EL DIARIO que en el sector del lago ubicado entre la isla y la población de Taraco “ya no es posible navegar porque el agua ha disminuido y los botes pueden encallar”.

“Los muelles de Suriqui tienen que ser alargados, siguiendo la orilla del lago que se reduce cada vez más. Estamos improvisando turriles plásticos sobre los que colocamos largas maderas para llegar a nuestros botes, ya no podemos navegar hasta las orillas como antes”, informó. Asimismo, dijo que la pesca en los últimos tres años se redujo, casi hasta desparecer.

Un fenómeno parecido es percibido en la isla Pariti –junto con Suriqui y otras islas forman parte del archipiélago del Lago Menor y se ubican en la provincia Los Andes de La Paz–, donde también se reduce la masa acuática, dejando al descubierto el limo o fondo del Titicaca, el navegable más alto del mundo compartido entre Bolivia y Perú con aproximados 8.562 metros cuadrados de superficie.

El comunario Issac Callizaya de la isla Pariti, alertó que el agua (del lago) se evapora desde hace más de dos años sin poder recuperarse, ni en el Jallupacha o tiempo de lluvias se llenan de agua estos sectores secos, no se recuperan. “Aparecieron grandes extensiones del fondo del lago que ahora son fangosas y malolientes, mientras los totorales se secan y mueren, los peces ya migraron hace mucho”, acotó.

Algunos estudios científicos revelan que las variaciones registradas en el nivel de agua del Titicaca son más evidentes en el lago Menor (con un sector más profundo de menos de 45 metros) en relación al lago Mayor o Chucuito (con 289 metros de fondo), ya que durante las épocas de intensas precipitaciones pluviales y los períodos secos, su superficie aumenta o se reduce en extremo. Estos cambios provocaron la desaparición del Wiñaymarka hace más de 10 mil años antes de Nuestra Era.

MACH’A MARA

El isleño, sorprendido, relató que los ancianos de la región lacustre están mencionando de forma reiterativa que ha llegado el “mach’a timpu” o “mach’a mara” que es el tiempo de la escasez en aymara y que hace muchos años habría sucedido algo parecido con una sequía prolongada y la desaparición de los cultivos agrícolas.

“Creo que estamos retornando a esos tiempos del pasado cuando el lago estaba completamente seco, un hecho que quedó en el recuerdo colectivo de los ancianos del lago”, afirmó Callizaya.

Otro residente Juan Carlos (nombre ficticio) pero de la comunidad Marka Kosko cerca de la población de Copacabana, dijo que “en el lago Mayor la problemática se produce en las orillas donde se concentran las aguas servidas reflejando la contaminación ambiental que se origina por la falta de una planificación para el tratamiento de las aguas negras”.

Otras investigaciones coinciden que el Lago Titicaca, tuvo su origen por las mismas fuerzas tectónicas que elevaron las cordilleras occidental y oriental de los Andes y que el Lago Sagrado del Sistema TDPS (Titicaca, Desaguadero, Poopó –desaparecido el 2016– y salar de Coipasa en Oruro). Es lo que queda de un gran lago prehistórico con aguas saladas y fauna marina, que sufrió una serie de transiciones durante milenios de años, hasta conseguir su actual cota de 3810 metros sobre el nivel del mar, la que se encuentra con un metro menos.

Los estudios describen que entre el año 11.000 al 9.000 antes de Nuestra Era, se registró la presencia del último paleolago o lago prehistórico, denominado ‘Tauca‘, y cuyos lechos sedimentarios estaban cinco metros más altos que los del actual Titicaca.

En las secuencias del Titicaca entre el 9.000 a 7.000 años Antes de Nuestra Era, se inicia un ciclo con pobres precipitaciones pluviales y el nivel de las aguas descienden, paulatinamente, hasta que se registra una gran sequía entre los años 7.500 y 7.000. Antes de Nuestra Era, lapso en el que el nivel de las aguas baja, por lo menos, 54 metros, pudiendo ser la mayor en la historia.

INTENSAS PRECIPITACIONES

Un reciente pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Bolivia detalla que las dinámicas (comportamiento de la atmósfera en base a la superposición e interacción de fenómenos que tienen lugar a distintas escalas espaciales y temporales) y las condiciones climáticas han variado en relación a las registradas en 2016 –en el mismo período húmedo–, por lo que “se transporta una gran cantidad de humedad hacia nuestro territorio desde la Amazonía, aspecto que generará intensas precipitaciones pluviales o lluvias para enero y febrero de 2018”.

El pronosticador del Senamhi, Orlando Chura confirmó que se esperan intensas precipitaciones para estos dos primeros meses del 2018. “El agua de las precipitaciones no alimentarán directamente a la superficie del lago, sino a los ríos y otras corrientes alrededor del Titicaca que pueden provocar que los sectores secos se recuperen con su masa acuática”, aseveró el experto.

Mientras un informe meteorológico proveniente del Perú refleja que el monitoreo del lago Titicaca a octubre del 2017, es de 3,808.5 metros sobre el nivel del mar y respecto a su valor normal está en metro y medio por debajo de su valor histórico de 3,810 metros.

El descenso del nivel del lago Titicaca –revela el informe del Senamhi del Perú– podría considerarse normal para este período del año (temporada húmeda), “pero la preocupación es que desde el 2010, no llega a recuperar su valor histórico y cada año va descendiendo”.

La mayor parte de los habitantes del Titicaca al informarse sobre las lluvias venideras, de este año, coincidieron en aseverar que no creen que las precipitaciones puedan recuperar el lago sagrado y que la “Qutamama” o madre lago ya se encuentre afectado sin poder recuperarse. Los últimos reportes de las comunidades e islas mencionan que está lloviendo pero no lo suficiente, ya que los sectores que se secaron no se llenan de agua.

LAGO SAGRADO

Y DESARROLLO

DE CULTURAS

Las referencias sobre el comportamiento del recurso hídrico en los últimos 25 mil años revelan transformaciones que ocasionaron inclusive la anegación de grandes estructuras líticas de civilizaciones prehispánicas que se desarrollaron alrededor del lago Titicaca.

Un estudio del connotado escritor Hugo Boero Rojo se refiere que entre el año 11.000 al 9.000 antes de Nuestra Era, se registró la presencia del último paleolago o lago prehistórico, denominado ‘Tauca‘, y cuyos lechos sedimentarios estaban cinco metros más altos que los del actual Titicaca.

Existe una Tabla de Secuencias del nivel del Titicaca que se relaciona con el desarrollo de las culturas andinas, en ella se detalla que durante este período “se establecieron en la región lacustre pueblos de cazadores y pescadores, que dependían de los camélidos, aves acuáticas y peces para sobrevivir”.

Entre el 9.000 a 7.000 años Antes de Nuestra Era, se inicia un ciclo con pobres precipitaciones pluviales y el nivel de las aguas descienden, paulatinamente, hasta que se registra una gran sequía entre los años 7.500 y 7.000 Antes de Nuestra Era, lapso en el que el nivel de las aguas baja, por lo menos 54 metros, pudiendo ser la mayor en la historia. En este período no existía el lago Wiñaymarka y no había comunicación entre las dos cuencas lacustres y las aguas eran saladas.

Mientras que del 4.500 a 2.200 años Antes de Nuestra Era, concluye la sequía y se producen mayores precipitaciones pluviales, el Wiñaymarka o lago Menor tiene agua sólo en la fosa de Chúa y las aguas son dulces. Mientras que en los lechos secos del lago Menor y la península de Taraco se establece la cultura Chiripa, y hacia el año 2.200 Antes de Nuestra Era en directa relación con la creciente del Titicaca, la cultura Tiwanaku inicia su gran esplendor.

Hacia el 2.200 Antes de Nuestra Era, se inicia una época con mayores e intensas precipitaciones pluviales y el Wiñaymarka se dilata, nace el río Desaguadero y el nivel lacustre se mantiene hasta el presente. Mientras que entre el 2.200 a 1.800 Antes de Nuestra Era, los cultivos y ayllus de la cultura Chiripa son arrasados por la aguas del lago que crece inexorablemente.

El Titicaca sufrió una serie de transiciones durante milenios de años, hasta conseguir su actual cota de 3810 metros sobre el nivel del mar, que actualmente disminuyó más de un metro, comprender que los ecosistemas acuáticos se conformaron en milenios de años, permiten asumir una conciencia colectiva por la riqueza de los recursos naturales que tiene su hábitat en el lago sagrado.

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