domingo, 17 de julio de 2016

Deforestación deteriora a cuencas de 4 regiones

Si, la pileta, el pozo, el río o una represa se van quedando secos no sólo es porque llovió menos; sino también por el deterioro de las cuencas.

El abastecimiento de agua para consumo y riego en Cochabamba está estrechamente ligado al estado de la capacidad de estos sistemas naturales que permiten que el agua de lluvia entre a los acuíferos y baje hacia los ríos en un territorio.

“Una cuenca que tiene buenas condiciones de cobertura vegetal es como una esponja, permite absorber más agua y que no sólo corra. Se infiltra y esa agua va a entrar lentamente y limpiar los acuíferos”, explicó el jefe de la Unidad de Gestión del Agua de la Gobernación, Mauricio Ledezma.

En el departamento de Cochabamba hay cuatro sistemas importantes que son monitoreados por el Servicio Departamental de Cuencas de la Gobernación. El primero es la cuenca del río Rocha que inicia en Maylanco en Sacaba y La Angostura en el valle alto. El segundo es la cuenca del río Mizque que incluye Totora y otros municipios del cono sur. El tercero son las cuencas de la zona andina en Arque y Tapacarí. Y, el cuarto, las cuencas del trópico.

No existe una cuantificación exacta de la cantidad de sub-cuencas en Cochabamba; pero, la mayor cantidad de agua está en las serranías donde se tiene la mayor precipitación. Se entiende por cuenca al territorio donde las aguas bajan a un mismo río y se van dividiendo.

Por ejemplo, en la cordillera sur del Tunari hay 39 cuencas, de las que 10 generan mayores problemas. En cinco: Taquiña (Tiquipaya), Pajcha y Pintu Mayu (Cercado), La Llave y Huallaquea (Vinto) se hizo un manejo integral, según el Programa de Manejo Integral de Cuencas.

Las causas de degradación más comunes de una cuenca son la agricultura estacional, las malas prácticas de agricultura y la quema indiscriminada de la cobertura vegetal, que generan que el suelo esté desprotegido y pierda su capacidad de retención. También provoca que se generen caudales fuertes de agua en tierras bajas.

La falta de una política pública, de control y las malas prácticas como la deforestación provocan la pérdida de franjas de seguridad en los ríos, la erosión de los suelos, la deforestación y el acelerado crecimiento urbano también afecta las cuencas y con ello aumenta el riesgo de desastres naturales.

Manejo y recuperación

Para la recuperación de las cuencas se debe realizar un manejo integral que consiste en realizar acciones para su protección hidrológica como la forestación, conducción del cauce, regulación y el acondicionamiento hidráulico de los ríos y trabajos de conservación de suelos para reducir la erosión.

En Cochabamba, una forma de encarar la conservación de las cuencas es la elaboración de la Agenda del Agua de Cochabamba 2015-2025.

El proceso reconoce que hay cuatro problemas en torno al agua: la degradación de las cuencas y agua, la erosión de los suelos; la pérdida de cobertura vegetal y el acelerado proceso de contaminación generado por el desecho de industrias; insuficiente manejo de los residuos sólidos y el tratamiento de aguas servidas.

“Nosotros vemos cada año riesgo de inundación, desbordes provocados por la deforestación sin control y ante todo el tema de la impermeabilización de los acuíferos que impactan a la cuenca”, dijo la coordinadora del Ceplag, Carmen Ledo.

Elaboran plan de cuidado

Ante la necesidad de trabajar en la conservación de las principales cuencas identificadas en cuatro regiones del departamento, la Gobernación de Cochabamba comenzó a elaborar planes directores de cuencas a partir del análisis técnico y social para encontrar la manera de “atacar” los principales problemas de protección hidrológica o temas productivos.

El responsable de la Dirección de Planificación y Gestión del Agua de la Gobernación, Luis Salazar, afirmó que cada cuenca tiene su contexto particular y que se necesita de trabajos de coordinación política para hacer un trabajo integral.

En el caso de la cuenca del río Rocha (Maylanco) el proyecto se encuentra casi concluido y se definió incrementar los esfuerzos para el tratamiento de las cuencas altas, promover el cumplimiento de acciones de planificación del ordenamiento del territorio, atacar las fuentes de contaminación y la gestión integral del agua.

Las amenazas para ésta y los otros sistemas es la deforestación de las partes altas y la contaminación.



ANÁLISIS

MAURICIO VILLAZÓN, DIRECTOR DEL LABORATORIO DE HIDRÁULICA-UMSS
“Conservar las cuencas es vital para los sistemas hídricos”

Se conoce como cuenca a la unidad espacial hidrográfica que drena sus aguas por un único sistema natural (río). La conservación de las cuencas es vital para el normal comportamiento de los sistemas hídricos, podemos distinguir dos aspectos de relevancia en nuestro entorno: la protección de zonas de recarga de acuíferos y la conservación de los ecosistemas alto andinos como reguladores naturales.

El eje metropolitano en Cochabamba utiliza como principal fuente de agua las subterráneas, de ahí que las zonas de recarga tomen una gran importancia porque por éstas infiltran el agua y posteriormente recargan los acuíferos. Si urbanizamos e impermeabilizamos estas zonas corremos el riesgo de disminuir los procesos de recarga y agotar nuestras reservas subterráneas.

Otro riesgo es la contaminación de estas fuentes debido a la precaria disposición de residuos sanitarios en estas zonas urbanas. Existen estudios donde ya se identificaron las principales zonas de recarga, ahora se necesitan políticas para respetar estas áreas por el bien común.

La otra fuente importante de agua que tenemos son las lagunas y embalses ubicadas en los ecosistemas alto andinos (en nuestro caso la Puna ubicada en alturas mayores a los 3.800 msnm) como ser: Escalerani, Wara Wara y con perspectiva futura Misicuni y Corani.

Estos ecosistemas son unos excelentes reguladores hídricos, son unas esponjas naturales que almacenan agua en la época de lluvia y la van drenando lentamente todo el año. La Puna es un ecosistema muy frágil, debido a la intervención antrópica como el pastoreo y agricultura corre riesgo de desaparecer. Esto trae problemas de baja regulación hídrica, desertificación, erosión, pérdida de suelos y déficit de agua.

En Bolivia las políticas de conservación de cuencas aún están en desarrollo, países como Perú y Ecuador tiene programas de retribución por servicios eco-sistémicos donde se cuenta con financiamiento para que los habitantes de las zonas altas puedan conservar los ecosistemas y a la vez vivir dignamente. Esto beneficia a las personas de las zonas altas como a los de las ciudades que se dotan de esas fuentes de agua.


No hay comentarios:

Publicar un comentario