martes, 1 de marzo de 2016

Las lluvias incrementan el volúmen del agua de la Laguna Colorada

La caída de copiosas lluvias en la región del sudoeste potosino está incrementando el volumen de agua de la Laguna Colorada. Así lo confirmó ayer el secretario de Desarrollo Agropecuario de la Gobernación de Potosí, Raúl Arcibia.

El titular de agricultura explicó que del 22 al 27 de febrero se registraron precipitaciones de regular intensidad, lo cual permite mejorar el espejo de agua del principal atractivo turístico y esperan que esas condiciones admosféticas se mantengan para darle mayores posibilidades de fortaleza a la laguna.

Arcibia destacó que las lluvias constituyen un factor muy positivo para ese atractivo turístico que enfrenta un proceso de reducción de sus aguas muy preocupante debido al calentamiento global que redunda en altas temperaturas en la región del sudoeste potosino.

El 17 de diciembre del pasado año, el alcalde de San Pablo de Lípez, Bernabé Choque Huayta, informó que el 50 por ciento del agua que poseía la Laguna Colorada se secó por la falta de lluvias y los altos niveles de evaporación, ante lo cual los comunarios expresaron su impotencia.

Bernabé Choque informó que hace como siete años que las lluvias son irregulares en la zona y los niveles de evaporación cada vez más altos, lo cual habría incidido para que cerca del 50 por ciento del espejo de agua de la Laguna Colorada se haya secado.

Con las lluvias esperan recuperar parte del deterioro del espejo de agua y aguardan el informe de un equipo técnico que está realizando seguimiento al comportamiento de la laguna, porque pretenden evitar que ocurra lo que al Lago Poopó, de Oruro, que terminó siendo una pequeña mancha de agua debido a los altos niveles de evaporación existentes en el altiplano boliviano.

La Gobernación potosina tiene el proyecto de bombear las aguas del Silala para que no se pierda la Laguna Colorada, proyecto que depende de la generación de electricidad en la zona, pues existe el plan de construir una central hidroeléctrica, pero esa tarea no será inmediata mientras los comunarios exigen acciones concretas y rápidas porque temen que ese atractivo turístico sufra un daño irreversible, lo cual incidirá en los niveles de visitantes extranjeros a la zona y a su economía.



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