jueves, 16 de octubre de 2014

El plástico oceánico ocupa más de 16 millones de kilómetros cuadrados

Se les llama parches o sopas de plástico, y son enormes áreas de objetos de plástico de todo tipo que van girando siguiendo las corrientes marítimas, abarcando buena parte de los océanos. Los animales, desde los peces hasta las aves, se los tragan, y su misma presencia altera los ecosistemas de un modo nefasto, afectando, lógicamente a la cadena alimentaria.

De hecho, según el Instituto de Investigación Marina Algalita en California, Estados Unidos, el 35 por ciento del pescado tiene plástico en el estómago, y muchos animales mueren por ingerirlos acaban heridos o quedan atrapados al engancharse en sus casas. Incluso ha afectado al zooplancton, el inicio de la cadena alimentaria en los ecosistemas marinos.

SOPAS DE PLÁSTICO

Son un desastre ambiental sin precedentes, que obedece no sólo a los 100 millones de toneladas de desechos plásticos que generamos cada año, de los que el 10 por ciento acaba en el mar, sino también por la lentitud de su degradación, ya que el plástico necesita hasta mil años para degradarse. Actualmente, ocupan el equivalente a más de 16 millones de kilómetros cuadrados, casi el equivalente a Rusia.

Se divide en cinco grandes áreas o islas de plástico que no podemos ver desde aviones o satélites a consecuencia del fenómeno de la fotodegradación orgánica, si bien al no ser biodegradables se crea la sopa de plástico, un auténtico desastre ambiental compuesto por residuos plásticos que van girando alrededor del mundo, contaminando los

océanos de un modo insalvable. Hasta ahora, al menos, no se ha encontrado ningún sistema eficiente de limpieza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario