sábado, 27 de septiembre de 2014

La ciudad de Tarija posee más de 136 especies de árboles

El paisaje boscoso de Tarija va más allá de la provincia Méndez, Avilés y Cercado. Esta herencia natural viene de un antiguo lecho formándose a partir de un valle interandino, porque está dentro de la cordillera.

También en el departamento, en la parte norte de las montañas, aparece el tucumano boliviano.
Para conocer qué tipos de especies forestales embellecen a Tarija, el biólogo Donovan Osorio, en un recorrido que hizo por la provincia Cercado, descubrió que existen unas 136 especies de arbustos y árboles leñosos.

Especies nativas
Según Osorio, Tarija tiene una buena proporción de árboles nativos. Por lo que debe considerarse implementar aun más estas especies, porque son resistentes a la época de estiaje, no requieren de mucha agua, fortalecen el suelo e interactúan con el ecosistema. “Tenemos precipitaciones de 670 mililitros al año y que cae en cuatro a cinco meses. Las especies nativas están adaptadas para aguantar el estiaje”.
Además que éstas, que por lo general son muy antiguas, ya han interactuado con el entorno y han coevolucionado con sus polinizadores formando comunidades con otras especies que son nativas, como los insectos larvas, los pájaros que viven en los árboles. En fin, “es una red de interacción”.
Las especies nativas del valle central son los takos, algarrobos, el churqui, el aromo, tusca. Asimismo el ceibo, el chañar, la tipa. Además existen especies forestales que se han ambientado al ecosistema de Cercado como el pino de montaña o carpus, el nogal, cedro y otros. En las afueras del valle central están los árboles nativos de la ciudad como los molles, churquis y el guaranguay.
También hay árboles que están distribuidos en el departamento y que fueron traídos a Tarija, como los lapachos, el timboy, toborochi, palmeras de sao, totaí o chonta. Las palmeras de África, los cedros y otros.
En ese sentido, el biólogo recomienda que se planten árboles nativos como el guaranguay, el molle, que son especies que crecen muy rápido. En climas semiáridos no se debe plantar pinos o eucaliptos porque requieren de mucha agua.

Tipos de especies
El biólogo Osorio resaltó que existen especies forestales de la familia Bignoniasa al cual pertenecen los árboles nativos como el guaranguay y el tarco. De la misma familia son los lapachos. De la familia limosasia se tiene a la jarka o tako. Del tako existen alrededor de siete variedades, mayormente, en el bosque de Juan XXIII.
Y del género acacias están los churquis, el palqui, aromo, la tusca. Las papilonaseas como el ceibo, el chañar, la tipa.
Según explicó el especialista, hacia las montañas, en el bordeo tucumano, está el pino de montaña, el duraznillo, nogal, cedro, laurel, matos, guayabos, yurumas que son típicas del piso bosque tucumano. En las quebradas del Sama están el jahuayco. En el rincón de la Victoria hay pinos. En Calderillas hay la quenua.
Además se puede observar árboles como el pino australiano, eucaliptos, nerios, arces, lapachos, cipreses, crespones, magnolias, paraíso. Árboles exóticos, que son las plantas de frutas, como duraznos, manzanas, peras y damascos.

Apoyo al medio ambiente
Para el biólogo, el mejor apoyo al medioambiente “es dejar de cortar las especies nativas porque pueden ser semilleros. Además porque un árbol maduro ya almacenó carbono que se vuelve biomasa, y que al tumbar quitas esa reserva de carbono. Esto no pasa con los árboles que recién son plantados ya que buscan fijar el carbono.
Otro factor importante que resalta el biólogo Osorio es la bioconstrucción en el sentido de rescatar el paisaje para adaptar la infraestructura de los proyectos para atraer el turismo porque esa flora arborescente es parte cultural de Tarija.

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